El salón, el centro de la fiesta
Una vez que tenemos a nuestros invitados dentro de casa, ¡es hora de que comience la fiesta! Probablemente optes por celebrarlo en el salón, pues suele ser la estancia más espaciosa de las casas. Por eso, es aquí donde se centrará el foco de la decoración de Halloween. El naranja y el negro son los colores más representativos de esta festividad, pero también podemos combinarlos con otros como el blanco, el gris o el ocre para que la tonalidad de nuestra decoración no resulte tan repetitiva.
Te recomendamos que pongas especial atención sobre la mesa, pues va a ser el centro de atención de la fiesta. Alrededor de ella os sentaréis para cenar o bien os acercaréis durante toda la noche para picar de los aperitivos o serviros la bebida. Con tanto público, ¡se merece una vestimenta especial! Puedes jugar con los colores de la vajilla, la forma de las servilletas, los pequeños adornos y los centros de mesa para darle un toque original.
Baño, pasillo, habitaciones… ¡cuida los detalles!
Inevitablemente, el baño también va a ser una de las estancias que más visiten nuestros invitados durante la noche. Por eso podemos optar por colocar pequeños detalles que hagan nuestra fiesta aún más original. Una pegatina en el espejo o unas velas sobre el lavabo pueden ofrecernos una original ambientación. Lo mismo ocurre con el pasillo o las habitaciones, ¡todo es cuestión de echarle imaginación!
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