¿Cuántas veces has pensado que tu casa necesita una limpieza profunda? Aprovecha el cambio de estación: abre las ventanas de par en par, refréscala, ordénala y déjala a punto para disfrutar de esta primavera
Aquí están mis mejores consejos para una limpieza de primavera óptima:
Ventanas y exteriores
Son dos zonas que se dejan aparcadas debido al mal tiempo imperante en invierno. La limpieza de las ventanas es mejor realizarla en días nublados. Si el día es soleado, recuerda secar los cristales inmediatamente después para evitar que queden manchas. Para el secado, si usas papel de periódico, mejor. En zonas exteriores como balcones o terrazas, lo mejor es agua caliente, un cepillo de cerdas blandas, jabón o detergentes poco agresivos, y una vaporeto para las manchas más difíciles.
Aire fresco
Nada aporta más sensación de limpieza que unas cortinas recién lavadas. Al meterlas en la lavadora, elige un programa con centrifugado suave y cuélgalas directamente para que se sequen (así no tendrás que plancharlas).
Alfombras
Las alfombras acumulan mucha suciedad y polvo. Lo ideal para mantenerlas en perfecto estado es realizar una limpieza profesional al menos una vez al año. Si prefieres limpiarlas tú, emplea detergente y agua tibia.
Las alfombras cogen olores y acumulan ácaros.
Muebles
En primer lugar debemos moverlos para limpiar la suciedad que se oculta debajo de ellos. Hecho esto, procederemos a la limpieza propiamente dicha. Hay que tener en cuenta el material con el que están fabricados. Si son de madera, quita el polvo con un paño suave y aplica una cera o spray abrillantador. Para muebles o sofás de cuero, se puede usar la aspiradora y aplicar una grasa especial o aceite de ricino para que queden relucientes. El zumo de limón mezclado con aceite de oliva o el vinagre, aplicados con un trapo o un cepillo de dientes, también ofrece excelentes resultados.
Zona de confort
Vamos a prestar atención al protagonista del salón: el sofá. Aspira bien cada uno de sus rincones (sobre todo si es un sofá-cama), controla si la tapicería tiene alguna mancha y trátala con un producto especial y lava las fundas y los rellenos de los cojines.
Electrodomésticos
También hay que moverlos para limpiar por debajo. El frigorífico es el electrodoméstico que más higiene necesita. Aprovecha para limpiarlo antes de hacer la compra, que es cuando está más vacío. Usa una esponja impregnada con agua y jabón. Para la televisión, el zumo de limón frotado con un paño repele el polvo de la pantalla. En el caso del lavavajillas, que acumula restos de comida, enciéndelo vacío y cuando lleve diez minutos ábrelo y vierte un vaso de vinagre blanco. Ciérralo y espera a que termine el programa.
Para los azulejos de la cocina, lo recomendable es usar un producto industrial o bien agua caliente con jabón y un chorro de vinagre para que brillen.
La nevera conviene limpiarla cada dos meses.
Paredes
Si la pintura es lavable, puedes emplear un paño húmedo para limpiarlas. Para el polvo que se acumula en cuadros, marcos y techos lo ideal es un plumero.
Armarios y cajoneras
Limpiar los armarios es una tarea ardua, ya que hay que vaciarlos por completo, pero necesaria. Si vas a retirar la ropa de invierno, guárdala en bolsas de plástico. Usa la aspiradora o un trapo para eliminar el polvo. Coloca un ambientador y un humidificador.
Interruptores y lámparas
Las lámparas, sobre todo las de la cocina, suelen acumular grasa. Para limpiarlas pasa un paño humedecido en agua con limón. Los interruptores se limpian con un algodón impregnado en alcohol.
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